Cuando la vio, Dal Molin apenas podía creerlo. El modelo se llamaba Speciale Corsa - tipo Giro d'Italia. El cuadro era idéntico al utilizado por los ciclistas de la escudería Wilier Triestina, dirigida por Giordano Cottur, pero con una combinación de colores exclusiva. Llamativa, elegante, sin precedentes.
Bruno Villari, el jefe del taller de pintura de Wilier, fue el talento que creó el cobrizo siguiendo una técnica patentada y que sigue siendo un secreto industrial de la empresa. 1947, es el año en el que se fabrica oficialmente la primera bicicleta Wilier Triestina Ramato.